El temor por ser asesinado era evidente y pidió vacaciones. Una fuente filtró a este medio el chat en el que dos sujetos planean la ejecución del atentado para dar muerte al agente Arredondo.
Las investigaciones por el atentado a bala contra el agente de la Dijín Dabier Arredondo Romero, ocurrido la madrugada del domingo en el barrio El Dorado, de Montería pican y se extienden. A la llegada de una comisión de la Dipol (Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional) a Montería se le suma el conocimiento que ya tuvo la OEA y la Embajada de los Estados Unidos sobre el caso, ya que ese investigador es reconocido de alto valor y por ello fue entrenado y preparado por los Estados Unidos en la lucha contra bandas criminales y de narcotráfico.
A la manera como se alteró toda la escena criminal (policías recogiendo sin guantes ni el más mínimo protocolo), un celular y un arma de fuego abandonados por el sicario que al parecer huyó herido, se le suma a ese escándalo los chats que habrían tenido quienes estarían detrás del hecho criminal y que según esa comunicación lo empezaron a finiquitar desde el 19 de noviembre, cuando ya el intendente Dabier Arredondo Romero se encontraba en Montería de vacaciones.
Este agente de la Dijín se había negado a irse trasladado al Chocó por orden superior, pero no pudo evitar ese traslado, cuando ya su nombre era público como agente encubierta en contra las bandas criminales.
El temor por ser asesinado era evidente y pidió vacaciones. Una fuente filtró a este medio el chat en el que dos sujetos planean la ejecución del atentado para dar muerte al agente Arredondo.
Para ello se pagó por adelantado 40 millones de pesos e hicieron un seguimiento en los barrios Vallejo y El Dorado. El primer sector se descartó por la presencia de muchos policías.
En uno de los apartes de la comunicación vía celular un personaje que se hace llamar Chilapo asegura que al agente no lo querían mucho en la Policía Metropolitana y eso facilitaría “cuadrar con algunos poli en El Dorado”. “E incluso unos polochos fueron los que ayudaron a ubicarlo ya en Montería”. “Ese está muy entrenado y hay que darle por la espalda”. “Mire la foto, no le di porque tenía un niño cargado en El Dorado”.
En un chat el jefe del sicario lo increpa por ponerse a tomar con el adelanto del pago del plan criminal contra el sargento y le ordena hacer la «vuelta» rápido.
El crimen del agente debía ser limpio y tal como existe en una denuncia lo tratan de silenciar por su conocimiento de actos de corrupción contra superiores de la institución armada. Al respecto existen denuncias.