El proyecto Unitaid, que es socio de la Organización Mundial de la Salud, anunció este martes que logró llegar a un acuerdo con la farmacéutica Pfizer para que en todo el mundo se puedan producir y distribuir genéricos de su pastilla contra el COVID-19.
Ese acuerdo va a permitir que el tratamiento llegue a todos los países, que se distribuya con equidad y a un precio más favorable que si se vende únicamente el original.
La idea ahora es entregar licencias a los fabricantes de genéricos cualificados en diferentes continentes. Según el organismo eso llevaría la pastilla a 95 países que representan el 53% de la población mundial y en donde millones de habitantes se verían impactados de forma positiva.
Ese tratamiento de Pfizer todavía debe recibir aprobación de las autoridades sanitarias de Estados Unidos, de Europa y de otras naciones, pero según los estudios analizados, se ha comprado que reduce en 90% el riesgo de muerte, de hospitalización y de padecer COVID-19 grave.
La producción de los genéricos se haría sin que Pfizer reciba ingresos por los derechos de patente. Eso mientras el COVID-19 siga considerándose como una «emergencia internacional» por parte de la Organización Mundial de la Salud.
El portavoz de Unitaid manifestó que «el acuerdo es un paso importante para asegurar que las últimas herramientas en la lucha contra la pandemia estén disponibles en países de ingresos medios y bajos al mismo tiempo que en las economías más desarrolladas».