La industria de la moda es una de las más contaminantes alrededor del mundo, según cifras de la ONU, la producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono.
Esta industria consume anualmente un estimado de 93.000 millones de metros cúbicos de agua, un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas.
Esta situación empeora teniendo en cuenta la cantidad de residuos que resultan en la confección de prendas con patronaje convencional, que incrementan la contaminación cada día más al no haber una adecuada gestión de los retazos de tela.
Laura Silva Contreras, próxima a graduarse en Diseño de Modas del Politécnico Grancolombiano, creó Holistic Green, un proyecto resultado de su trabajo de grado que busca la correcta producción, utilización, desecho y reutilización de textiles en Colombia.
En diálogo con Planeta Caracol explicó que la moda sostenible se ha ido expandiendo en lugares como Norteamérica y Europa, dando origen a movimientos que buscan reducir el impacto ambiental de la industria textil.
En Colombia no es común hablar sobre estos temas pues la mayoría de los colombianos adquieren sus prendas en las grandes tiendas basadas en el denominado fast fashion.
Así mismo, menos de un 5 % de los desechos textiles se reciclan en el país, lo que trae consecuencias negativas para los recursos hídricos, la calidad del aire y el ambiente en general.
La moda sostenible busca dar un nuevo ciclo de vida a materiales que pueden ser reciclados y reutilizados como el poliéster. “Las prendas de vestir pueden ser transformadas y también se pueden convertir en accesorios como aretes, bolsos, tapabocas y bufandas».