La organización Global Witness reveló un informe donde muestra que durante el año 2020 se registraron 277 víctimas mortales con un promedio de cuatro asesinatos semanales, lo que hizo de ese año el más peligroso para los ambientalistas en el territorio nacional.
El informe indica, que estos asesinatos son casi siempre consecuencia de una serie de amenazas, intimidaciones, acosos y persecuciones ejercidas sobre los defensores. Además, aclaran que las cifras pueden ser una subestimación, pues existen muchos eventos que no son denunciados.
Además, indica que debido a la pandemia por el Covid-19, se empeoró la situación para los grupos indígenas y líderes comunitarios, pues recortó las medidas de protección del gobierno y aumentó los ataques a los defensores cerca de sus hogares.
Por otra parte, la organización aseguró que, alrededor de las tres cuartas partes de los ataques a protectores de bosques, se registraron en la región amazónica de países como Brasil y Perú. Además, la tala de árboles fue el sector vinculado con más asesinatos.