EL MUNDO “IGNORA” PREMEDITADAMENTE EL CÍRCULO INVERNAL

Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente Asociación Colombiana de Veedurías Ciudadanas, (Aso-red).

Errar es de humanos, pero sólo los viles permanecen en un error calculado (Cicerón).
Los dirigentes de los pueblos han permanecido en un error calculado del que habla Cicerón, porque a pesar de que las catástrofes invernales ocurren periódicamente, los dirigentes no aprovechan la estación del verano para presupuestar, iniciar, adelantar y ejecutar las obras necesarias para prevenir las inundaciones.
Y este error calculado no sólo es costumbre en el Sinú, en la Mojana y en casi todo el territorio nacional, sino que, además, se trata de una extraña tradición mundial. Miren cómo anda esta práctica absurda por diversas regiones del planeta:
Alerta naranja en el Mediterráneo por fuertes precipitaciones. Un fallecido en Luisiana a causa del huracán Ida. 20 personas han fallecido por las lluvias en el Estado venezolano de Mérida. La tormenta Henri deja inundaciones, cortes de energía y vuelos cancelados en EE. UU. La tormenta tropical Grace puede causar inundaciones en las próximas horas en Haití.
Y sigue un catálogo de desastres originados por el régimen pluvial y por la apatía de gobiernos mundiales que se benefician de las tragedias invernales.
Yo me quedé perplejo cuando escuché a un senador que dijo: “Esta inundación es una bendición muy grande”.
¡Qué horror! Parece que una gran mayoría de la humanidad se acostumbró al sufrimiento, al empobrecimiento, a perder la casa, el ganado, el cultivo y hasta la propia vida.
Algunas personas, víctimas de la tragedia invernal, ya no actúan con las características propias del ser humanos, sino como androides manipulados por una fuente de poder y que, además, da la impresión de que vivieran como si estuviesen infectados por un malware troyano, pues no parecen tener interés por ninguna meta en la vida.
Pero por otro lado, los dirigentes actúan como si estuviesen usando un dispositivo manual para manipular robots, a los cuales manejan mediante un Software malicioso diseñado para infiltrarse en la mente de las personas, sin el consentimiento de los receptores.
Si en realidad esto es así, entonces hay violación de los derechos humanos. La Constitución del 91, capítulo 1, Artículo 18, contempla este delito como constreñimiento. Miren lo que dice la norma: “Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia”.
SENTENCIA
Por otro lado, según la Sentencia T-811/13, de La Corte Constitucional, dice que las personas afectadas por desastres naturales y específicamente en la actual ola invernal, en su calidad de damnificados, tienen derecho a demandar al Estado, pues la Corte dice que no pueden afectarse por negligencia de la administración pública.
La Sentencia agrega que el Estado debe “Garantizar un manejo oportuno y eficiente de todos los recursos humanos, técnicos, administrativos, y económicos que sean indispensables para la prevención y atención de las situaciones de desastre o calamidad”.
“En efecto, establece el artículo 3 del Decreto 93 de 1998 que son objetivos del Plan Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, apoyar técnica y financieramente la atención en situaciones de desastre, manteniendo una reserva permanente de recursos financieros del Fondo Nacional de Calamidades y de otras entidades del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, SNPAD, a fin de atender a la comunidad afectada por los impactos de los eventos catastróficos que ocurran y apoyar el retorno a la normalidad, mediante obras de emergencia, operativos de emergencia para la respuesta inmediata, apoyo alimentario, menaje básico, vivienda temporal, combustibles y transporte, entre otras”.
PROFECÍA
El ministro de Ambiente, los gobernadores del Córdoba y Sucre, y los alcaldes de ambos departamentos, deberían temerle a esta profecía:
…”Como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás. Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, pero después que pase, todo quedará como desierto asolado; y no habrá quien de él escape. Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes. Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; marcharán por su camino, y no TORCERÁN su rumbo” (Joel 2:2-6).

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